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Teléfonos más inteligentes: las aventuras de la computadora de mano

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Historia de la tecnología

Command Line Heroes • • Command Line Heroes: Cuarta temporada: Teléfonos más inteligentes: las aventuras de la computadora de mano.

Command Line Heroes: Cuarta temporada: Teléfonos más inteligentes: las aventuras de la computadora de mano.

About the episode

Muy pocas personas podían imaginarse cómo sería una computadora de mano, o lo que haría. Pero un trío de visionarios se anticipó y supo a dónde se dirigía la computación. Sin embargo, para lograr el éxito en este nuevo mundo, tendrían que diseñar todo desde el principio, sin aplicar los conocimientos convencionales sobre el hardware.

Su creación, la PalmPilot, rompió los récords de ventas, le mostró al mundo todo lo que era posible y les enseñó a las personas que el valor de la tecnología estaba dando un giro, una vez más. Pero cuando estalló la burbuja tecnológica y los nuevos competidores ingresaron al mercado, el control de Palm sobre la industria de las computadoras de mano comenzó a desvanecerse.

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Transcripción

A principios de la década de los 90, había un desarrollador de software muy hábil, que tomó un pedazo de madera y talló pequeños bloques de distintos tamaños. Comparó sus pesos con cuidado, y cuando encontró uno del tamaño de su bolsillo, le pegó la imagen impresa de un pequeño monitor con cinta adhesiva. Se lo puso en el bolsillo de la camisa y se lo llevó a todas partes, para ver qué se sentía traer el dispositivo todo el tiempo. Se imaginaba que en un futuro no tan lejano, todos traeríamos alguno. Si crees que era Steve Jobs, ¡pues no! Se llamaba Jeff Hawkins, y fue uno de los diseñadores de la PalmPilot. Cuando el iPhone llegó al mercado en 2007, sus críticos y competidores se preguntaban si un teléfono inteligente tendría éxito. Más de una década después, la pregunta es: ¿cómo puedes tener éxito sin uno? Los teléfonos inteligentes están en todos lados. Sus aplicaciones nos permiten hacer casi cualquier cosa. Y el hardware que usan dice mucho sobre nosotros mismos. Aunque el iPhone fue fundamental para el nacimiento de nuestra vida móvil, no se la debemos a él. Esta es la maravillosa historia de un dispositivo portátil que le abrió terreno al teléfono inteligente, y de un equipo leal, que se aferró a él durante todo el trayecto. Esto es Command Line Heroes en español, un podcast original de Red Hat. El concepto del teléfono inteligente existe desde que veíamos el tricodificador de Star Trek. Sin embargo, se volvió realidad en 1984. Eran aparatos pesadísimos que parecían ladrillos. En los años 90 ya eran más pequeños, lo suficiente para que Zack Morris trajera el suyo en Salvados por la campana, pero en ese entonces solo se usaban para hablar por teléfono. ¿Te acuerdas de las llamadas telefónicas? Esos teléfonos móviles no daban ninguna muestra de inteligencia, pero había otro dispositivo que ganaba terreno. Se llamaba PDA, o asistente digital, y era un dispositivo electrónico móvil que servía de administrador personal de información. Hablaremos de él en un momento, pero hay que recordar que en ese entonces, la industria de la tecnología estaba mucho más enfocada en las computadoras personales, como vimos con la historia de la Altair 8800, que contamos en nuestro tercer episodio. Todo el mundo estaba obsesionado con las computadoras personales. Eran cajas enormes de color beige que ponías debajo de tu escritorio, así que nadie se imaginaba que luego las llevaríamos en el bolsillo. A principios de los 90, Ed Colligan era vicepresidente de marketing de una nueva empresa de software móvil que se llamaba Palm. El que la fundó fue Jeff Hawkins, el que andaba cargando un pedazo de madera en el bolsillo. Era una visión maravillosa. Creíamos que el futuro de la computación, de la computación personal, estaba en las computadoras de mano, y que en el futuro se realizarían más transacciones con ellas que con las computadoras de escritorio. Estábamos escuchando a Donna Dubinsky, que en ese entonces era directora ejecutiva de Palm. Yo sé que si lo digo ahora, suena a "Sí, claro, es lógico". Pero, créeme, en ese momento no era lógico. No entendíamos por qué los demás no lo entendían, porque solo había que pensar cómo había evolucionado la informática, ¿no? Habíamos pasado de las computadoras que necesitaban toda una habitación a las mainframe, luego a las minicomputadoras, que no le hacían honor a su nombre, luego a las computadoras personales, y después a las computadoras de escritorio. Y veíamos el avance inevitable de la Ley de Moore: cada vez más potencia y tamaños cada vez más reducidos. En sus comienzos, Palm desarrolló el software de gestión de información para un asistente digital de Casio, que se llamaba Zoomer. También creó el software de sincronización para los dispositivos de Hewlett Packard, pero esos primeros asistentes digitales no levantaron el vuelo. Además, el sueño de un asistente digital parecía una causa perdida después del estrepitoso fracaso de Apple en ese sentido: el Newton. Era demasiado grande, demasiado pesado, y el software era demasiado lento. Pero el equipo de Palm se preguntaba si no sería necesario cambiar el enfoque para cambiar el juego. El acuerdo original en el que trabajamos era con una empresa de sistemas operativos que se llamaba GeoWorks, y un proveedor de hardware: Casio. Pero en el proceso descubrimos que la arquitectura de la industria, por llamarla de alguna manera, consistía en apilar las cosas, poner una sobre otra, y eso no tenía sentido para la computación de mano. Lo que aprendimos es que para diseñar los dispositivos correctamente, los productos de hardware y software tenían que estar altamente integrados. Así que, lo que nos hizo cambiar de opinión fue, básicamente, producto del fracaso. Pero el fracaso los llevó por el buen camino. El enfoque de integración que le había dado tan buenos resultados a Apple en los 80, sería clave para el éxito de Palm en los 90. Para marzo de 1996, Palm ya tenía un producto listo, la PalmPilot 1000, que incluía 128K de memoria y costaba 299 dólares. Para cuando la lanzaron al mercado en abril de 1996, el equipo de Palm estaba nervioso. Los asistentes digitales de Apple, Casio y Hewlett Packard no habían tenido el éxito que esperaban. ¿Sería diferente la PalmPilot? Las primeras ocho semanas vendimos 50.000 unidades, y yo creo que todos en la empresa estábamos impresionados. En esa época, vender 50.000 unidades de cualquier dispositivo electrónico en ocho semanas era impresionante. Pero la PalmPilot apenas estaba comenzando. Para diciembre del primer año habíamos vendido un millón de unidades. Fue el producto electrónico de consumo de más rápido crecimiento en la historia hasta ese momento. ¿Qué hizo que la PalmPilot fuera tan exitosa cuando otros PDAs habían fallado? Primero, se enfocaron en hacer que fuera simple y útil en lugar de tratar de incluir todas las características posibles. Teníamos una filosofía muy clara. El dispositivo tenía que hacer cuatro cosas muy bien: calendario, contactos, notas y tareas. Si podía hacer esas cuatro cosas perfectamente, la gente lo compraría. Rob Haitani era director de diseño en Palm. Su filosofía de simplicidad fue fundamental para el éxito del producto. En lugar de tratar de hacer un mini-computadora que hiciera todo mal, decidimos hacer un dispositivo especializado que hiciera pocas cosas, pero las hiciera excepcionalmente bien. Segundo, Palm innovó en la interfaz de usuario. Desarrollaron Graffiti, un sistema de reconocimiento de escritura que era mucho más confiable que lo que había en el mercado. Graffiti fue revolucionario porque no trataba de reconocer tu escritura natural. En lugar de eso, te enseñaba a escribir de una manera específica que la computadora podía entender consistentemente. Era un compromiso, pero funcionaba. Tercero, hicieron que la sincronización con la computadora de escritorio fuera extremadamente fácil. Solo tenías que poner el dispositivo en la base y presionar un botón. La sincronización fue clave. La gente no quería reemplazar su computadora de escritorio; querían un complemento. Tenían que trabajar juntos perfectamente. Cuarto, Palm entendió que el tamaño y la duración de la batería eran cruciales. La PalmPilot cabía cómodamente en tu bolsillo y las baterías duraban semanas, no horas. Jeff Hawkins tenía razón sobre el pedazo de madera. Si no podías llevarlo cómodamente en tu bolsillo todo el tiempo, no serviría. Tenía que ser una extensión natural de ti. El éxito de la PalmPilot fue fenomenal, pero también atrajo competencia. Microsoft desarrolló Windows CE para competir directamente con Palm OS. Compañías como Compaq y Casio lanzaron dispositivos con Windows CE. Microsoft tenía recursos ilimitados y estaba tratando de aplicar el modelo de PC a los dispositivos de mano. Querían dominar tanto el sistema operativo como las aplicaciones. Pero Palm tenía una ventaja: entendían que los dispositivos de mano necesitaban un enfoque completamente diferente al de las PCs de escritorio. Windows CE era básicamente Windows en una pantalla pequeña. Nosotros diseñamos Palm OS específicamente para dispositivos de mano desde el principio. Era más eficiente, más rápido y más fácil de usar. Para 1997, Palm controlaba el 70% del mercado de PDAs. Sus dispositivos se habían convertido en sinónimo de organización personal digital. Pero el éxito también trajo tensiones internas. 3Com había comprado Palm, y había diferencias de opinión sobre la dirección futura de la empresa. Algunos querían enfocarse en el software, otros en el hardware. Estas tensiones llevaron a una división dramática. En 1998, Jeff Hawkins, Donna Dubinsky y Ed Colligan dejaron Palm para fundar una nueva empresa: Handspring. Fue una decisión difícil dejar Palm, pero sentíamos que teníamos ideas para la próxima generación de dispositivos que no podíamos implementar quedándonos. Handspring licenció Palm OS y lanzó el Visor, que competía directamente con los productos Palm. Pero también tenían planes más ambiciosos. En Handspring, queríamos explorar la convergencia de comunicaciones y computación. Veíamos que el futuro estaba en combinar PDAs con teléfonos celulares. Este era un concepto radical en 1998. Los teléfonos celulares y los PDAs eran categorías de productos completamente separadas. Pero el equipo de Handspring tenía una visión diferente. Sabíamos que eventualmente la gente no querría cargar dos dispositivos. Tenían que converger en uno solo. La pregunta era cómo y cuándo. Handspring desarrolló un sistema modular para el Visor que permitía agregar funcionalidades a través de módulos intercambiables. Uno de estos módulos era un teléfono celular. El concepto del módulo de teléfono era brillante. Podías usar tu Visor como PDA normal, pero cuando necesitaras hacer una llamada, simplemente conectabas el módulo de teléfono. Pero Handspring tenía una visión aún más audaz: un dispositivo que fuera tanto teléfono como PDA desde el principio. En 2002, lanzaron el Treo 180. El Treo fue el primer smartphone verdadero. Tenía todas las funciones de un PDA Palm, pero también era un teléfono completo con teclado QWERTY. El Treo 180 era revolucionario, pero llegó en un momento difícil. La burbuja puntocom había estallado en 2000, y el mercado tecnológico estaba en recesión. El timing fue terrible. Teníamos el producto correcto, pero el mercado no estaba listo. Las redes celulares no eran lo suficientemente rápidas, y la gente aún no entendía por qué necesitarían email en su teléfono. A pesar de los desafíos del mercado, el Treo ganó seguidores devotos, especialmente entre profesionales que necesitaban acceso constante al email. Los usuarios del Treo eran fanáticos. Una vez que experimentabas tener email, calendario y teléfono en un solo dispositivo, no podías volver atrás. Pero mantener dos empresas compitiendo con productos similares no era sostenible. En 2003, Palm compró Handspring, reuniendo nuevamente al equipo original. La reunión tenía sentido. Palm tenía los recursos y la marca, Handspring tenía la visión del smartphone. Juntos podíamos acelerar el desarrollo del mercado. Bajo la marca Palm reunificada, el Treo se convirtió en el smartphone dominante del mercado empresarial. Pero había problemas en el horizonte. Palm OS estaba empezando a mostrar su edad. Había sido diseñado para PDAs simples, no para smartphones complejos con multitarea y conectividad constante. Mientras Palm luchaba con las limitaciones de su sistema operativo, nuevos competidores estaban entrando al mercado. BlackBerry de Research In Motion se estaba volviendo popular entre usuarios empresariales. BlackBerry tenía ventajas en email y mensajería que nosotros no podíamos igualar fácilmente con Palm OS. Era frustrante porque sabíamos lo que necesitábamos hacer, pero la arquitectura del sistema nos limitaba. En 2005, Palm tomó la decisión controvertida de lanzar algunos modelos Treo con Windows Mobile en lugar de Palm OS. Fue una decisión difícil, pero necesaria. Windows Mobile tenía capacidades que Palm OS simplemente no podía ofrecer en ese momento. Esta decisión marcó el comienzo del fin de Palm OS como plataforma principal de la empresa. Para 2007, cuando Apple lanzó el iPhone, Palm ya no tenía un sistema operativo competitivo. El iPhone fue un momento crucial. Apple tomó muchas de nuestras ideas sobre smartphones, pero las ejecutó con recursos y marketing que nosotros nunca tuvimos. El iPhone validó la visión que Palm había tenido durante años sobre la convergencia de teléfonos y computadoras. Pero también mostró qué tan atrás se había quedado Palm en términos de tecnología. Ver el iPhone fue agridulce. Por un lado, nos sentíamos validados porque estaba claro que habíamos estado en lo correcto sobre el futuro. Por otro lado, era obvio que alguien más estaba ejecutando nuestra visión mejor que nosotros. Palm necesitaba una respuesta al iPhone, y la encontró en Jon Rubinstein, el ex-ejecutivo de Apple que había desarrollado el iPod. Jon trajo una nueva perspectiva y los recursos necesarios para desarrollar un sistema operativo completamente nuevo desde cero. El resultado fue webOS, presentado en 2009 junto con el Palm Pre. Era una reimaginación completa de lo que podía ser un sistema operativo móvil. webOS fue increíble. Tenía multitarea real, sincronización automática con la nube, una interfaz de usuario intuitiva. En muchos aspectos, estaba años adelante de iOS y Android. webOS introdujo muchas innovaciones que más tarde serían adoptadas por otros sistemas operativos móviles: tarjetas para multitarea, sincronización automática de contactos y calendarios, notificaciones no intrusivas. webOS demostró lo que éramos capaces de hacer cuando teníamos los recursos para innovar completamente. Era el sistema operativo que habríamos querido crear desde el principio. Pero a pesar de sus innovaciones técnicas, webOS llegó demasiado tarde al mercado. El iPhone ya había establecido iOS como el estándar premium, y Google estaba distribuyendo Android gratuitamente. El problema no era la tecnología, era el ecosistema. Apple tenía la App Store, Google tenía el modelo de código abierto. Nosotros teníamos el mejor sistema operativo, pero no teníamos el ecosistema para competir. La historia de Palm llegó a su fin en 2010 cuando HP compró la empresa por 1.2 mil millones de dólares. HP tenía planes ambiciosos para webOS. HP quería usar webOS en tabletas, computadoras portátiles, incluso impresoras. Era una visión interesante, pero requería una ejecución perfecta. Pero HP cometió errores cruciales. Lanzaron la tableta TouchPad sin suficientes aplicaciones y luego cancelaron toda la línea de productos webOS después de solo 49 días en el mercado. Ver lo que HP hizo con webOS fue desgarrador. Tenían todos los recursos para hacer que funcionara, pero no entendían el mercado móvil. En 2012, HP liberó webOS como código abierto. El sistema operativo que había sido diseñado para revolucionar los smartphones encontró nueva vida en televisores inteligentes y otros dispositivos. Es irónico que webOS haya encontrado su mayor éxito después de convertirse en código abierto. Quizás esa debería haber sido la estrategia desde el principio. Hoy, webOS alimenta millones de televisores inteligentes LG y continúa evolucionando como plataforma de código abierto. Las innovaciones de Palm viven en todos los smartphones modernos. Cuando miro los smartphones de hoy, veo ideas que desarrollamos hace 25 años. La sincronización automática, las notificaciones inteligentes, la integración de hardware y software. Nosotros plantamos las semillas de la revolución móvil. El legado de Palm va más allá de la tecnología. Demostraron que una pequeña empresa con una visión clara podía crear una categoría de producto completamente nueva. Nuestro mayor logro fue demostrar que las computadoras podían ser personales de una manera completamente nueva. No solo en tu escritorio, sino contigo todo el tiempo. Palm también estableció principios de diseño que siguen siendo relevantes: la importancia de la simplicidad, la integración hardware-software, y el entendimiento de que la movilidad requiere compromisos diferentes a los de las computadoras de escritorio. Una de las lecciones más importantes de Palm es que la innovación técnica no es suficiente. Necesitas el ecosistema, el timing del mercado y los recursos para escalar. Nosotros tuvimos la innovación, pero no siempre tuvimos lo demás. La historia de Palm también ilustra cómo las ideas pueden sobrevivir a las empresas que las crean. Cada vez que deslizas para desbloquear tu teléfono, usas notificaciones, o sincronizas tus contactos automáticamente, estás usando conceptos que Palm pionera. Es gratificante ver cómo nuestras ideas se han convertido en parte fundamental de la experiencia móvil moderna. Aunque Palm ya no existe, su espíritu vive en cada smartphone. El pequeño pedazo de madera que Jeff Hawkins llevaba en su bolsillo se ha convertido en los miles de millones de smartphones que usamos hoy. La visión de Palm de la computación personal móvil se ha realizado de maneras que ni siquiera ellos habían imaginado. Jeff tenía razón sobre el futuro de la computación. Solo que tomó más tiempo del que esperábamos y requirió más recursos de los que teníamos. Pero la visión era correcta. Hoy, cuando vemos el desarrollo de nuevas categorías de dispositivos como relojes inteligentes, gafas de realidad aumentada, o dispositivos IoT, podemos ver el DNA de Palm: la importancia de entender cómo la gente realmente usa la tecnología. Palm nos enseñó que el mejor hardware y software del mundo no sirven de nada si no resuelven problemas reales de las personas de manera simple y elegante. La influencia de Palm también se puede ver en la filosofía de diseño de las empresas tecnológicas modernas: enfocarse en pocas cosas y hacerlas extremadamente bien, integrar hardware y software profundamente, y entender que la simplicidad es la sofisticación definitiva. Una de las cosas de las que más orgullosa estoy es de cómo Palm cambió la relación de las personas con la tecnología. Hicimos que fuera personal, íntima, siempre presente. Eso cambió todo. Palm también demostró la importancia de la visión a largo plazo en tecnología. Muchas de sus ideas fueron rechazadas inicialmente como innecesarias o demasiado complejas, pero el tiempo demostró que estaban adelantados a su época. Creo que la lección más importante de Palm es que tienes que estar dispuesto a apostar por tu visión del futuro, incluso cuando otros no la entienden. La persistencia y la convicción son tan importantes como la innovación técnica. Y quizás la lección más relevante para la era actual es sobre el equilibrio entre innovación y ejecución. Palm innovó constantemente, pero no siempre tuvo los recursos o la estrategia de mercado para capitalizar sus innovaciones. En el mundo tecnológico actual, donde el cambio es aún más rápido, las empresas necesitan tanto la capacidad de innovar como la de ejecutar a gran escala. Palm era excelente en lo primero, pero luchó con lo segundo. Pero tal vez el verdadero legado de Palm no está en los dispositivos que crearon, sino en la demostración de que el futuro puede ser radicalmente diferente del presente, y que las pequeñas empresas con grandes ideas pueden cambiar el mundo. Al final, Palm demostró que la tecnología realmente puede mejorar la vida de las personas cuando se diseña pensando en ellas. Esa sigue siendo la misión más importante para cualquier empresa tecnológica. Mientras reflexionamos sobre la historia de Palm y su impacto en la computación móvil, es importante recordar que cada revolución tecnológica comienza con visionarios que pueden ver un futuro que otros no logran imaginar. Jeff Hawkins con su pedazo de madera en el bolsillo parecía loco en los años 90. Pero tenía razón sobre el futuro. A veces necesitas a esas personas que parecen locas para cambiar el mundo. Y así, la historia de Palm nos recuerda que la innovación no es solo sobre tecnología; es sobre entender profundamente cómo las personas quieren vivir y trabajar, y crear herramientas que hagan esa visión posible. Pero mientras esperaban a que el resto del mundo los alcanzara, les surgió un problema apremiante. Un problema que amenazaba el futuro de Handspring, de Palm y de prácticamente todo. En 2001, la burbuja tecnológica estalló, las acciones se desplomaron, el dinero empezó a escasear y las inversiones se hicieron humo. Entonces, en otro intento desesperado de salvar la Treo, Handspring volvió a sus orígenes y se fusionó con Palm. Sí, yo sé… a mí también me están mareando tantas idas y vueltas. El Treo se convirtió en el producto estrella de Palm y en el teléfono inteligente más popular del mercado. Pero para entonces, obviamente, al Palm OS ya comenzaban a notársele los años. Había nuevos competidores en el mercado. Empresas como RIM con su Blackberry. La tecnología inalámbrica se estaba popularizando, y los especialistas dudaban seriamente que Palm OS fuera un buen sistema operativo para la siguiente generación de dispositivos. Así que, en 2005, Palm lanzó al mercado su primer Treo sin Palm OS. Usaron Windows Mobile en su lugar. Para 2007, Palm se había convertido en una compañía de hardware, que ya no tenía ningún sistema operativo propio. El futuro que el equipo de Palm quería forjar parecía estar llegando sin ellos. Palm necesitaba ayuda, que llegó de la mano de John Rubinstein, el hombre que había desarrollado el iPod en Apple. En 2007, justo cuando Apple lanzó el iPhone, Rubinstein comenzó a trabajar en Palm como director de desarrollo de productos. Dos años más tarde, el equipo de Palm tenía un nuevo dispositivo, el Palm Pre, y un nuevo sistema operativo, que se llamaba Web OS. Lo presentaron en la Feria de la Electrónica de Consumo de 2009. Algunas personas consideran que el discurso de apertura fue el mejor en toda la historia de la tecnología. Vamos a escuchar a Ed Colligan en el evento. Se llama Palm Web OS, y estamos muy emocionados de presentarlo. Se diseñó pensando en los desarrolladores. Todo se basa en herramientas web estándar de la industria. Si sabes HTML, CSS y JavaScript, puedes desarrollar aplicaciones para la plataforma. Nadie había visto nada igual a Web OS, que sentó las bases del teléfono inteligente, que hoy en día nos resulta tan natural. De hecho, iOS y Android tomaron prestadas muchas de sus funciones. Por ejemplo, los calendarios sincronizados, la gestión unificada de los contactos y las redes sociales, las pantallas curvas, la carga inalámbrica, la mensajería web y de texto integrada, las notificaciones discretas. Podías actualizarlo fácilmente con solo ponerlo en el modo de desarrollador, y también podías recibir actualizaciones inalámbricas. Web OS fue un logro increíble, que ninguna otra empresa podía igualar. Lamentablemente, no bastaba con eso. Creo que hicimos un excelente trabajo, pero no era suficiente y llegábamos tarde, porque a esas alturas Apple ya había lanzado el iPhone. Lo hicieron muy, muy bien, y me alegro por ellos, pero creo que estaban enormemente influidos por lo que habíamos hecho; y recién ahora, es decir, con el OS X o lo que tenga el iPhone, han logrado estar a la altura de todas las funciones que tenía Web OS. Pero para Ed, el verdadero verdugo fue otro teléfono. El golpe mortal lo dio Google con Android, y el hecho de que no necesitara ganar dinero, sino obtener las búsquedas. Google básicamente regaló el Android. Y eso les generó un problema al teléfono Windows de Microsoft y a la Palm Pre y su sistema Web OS. Ese no era nuestro modelo de negocios, así que nos perjudicó muchísimo y no hubo manera de recuperarnos. Después de haber generado una nueva categoría en la industria de la tecnología con la PalmPilot, de haber dominado el software móvil con Palm OS, de haber diseñado el primer teléfono inteligente, el Treo, de haber reinventado el sistema operativo de los teléfonos móviles con Web OS, después de todas esas innovaciones, Palm se vendió a HP en 2010 y luego a LG. En 2012, HP lanzó un Web OS abierto con kernel Linux. Cuando Web OS se volvió open source, se convirtió en el sistema operativo subyacente para una gran cantidad de dispositivos inteligentes, televisores, relojes y el internet de las cosas. Y el antiguo debate sobre la fusión del hardware y el software... bueno, vamos a dejar que Donna Dubinsky lo diga con sus propias palabras. Es prácticamente imposible distinguirlos. No puedes tener un hardware excelente con un pésimo software, ni tampoco puedes tener un software excelente con un pésimo hardware. No tiene sentido. Tienen que ir de la mano. Lo traes todo el tiempo, ¿no? Es un dispositivo altamente integrado. La gente ni siquiera sabe dónde termina el hardware y dónde comienza el software, y así debe ser. En el caso de Jeff Hawkins, el hardware y el software comenzaron con el pedacito de madera que traía en el bolsillo de su camisa. Tenía la forma y el tamaño correctos, y 25 años después se convirtió en el origen de millones, quizás miles de millones de teléfonos inteligentes. Command Line Heroes en español es un podcast original de Red Hat. Si quieres consultar el excelente material adicional que recopilamos sobre la Palm y Web OS, visita nuestro sitio web. Redhat.com/commandlineheroes. Hasta la próxima, sigan programando.

Sobre el podcast

Command Line Heroes

During its run from 2018 to 2022, Command Line Heroes shared the epic true stories of developers, programmers, hackers, geeks, and open source rebels, and how they revolutionized the technology landscape. Relive our journey through tech history, and use #CommandLinePod to share your favorite episodes.